ERÓTICA DEL VERSO

Hacerte el amor... despacito sin tiempo que retenga el pensamiento, sin sexo y cuerpo carnal que me sostenga, que tu alma sea belleza desnuda al viento. Hacerte el amor pausado, como un beso... desde tu senos hasta tus sexo, desde tu mirar hasta lo convexo, la noche y el dia entre nuestros brazos. Cuerpo a cuerpo, beso a beso... tu piel mi escarmiento, tu deseo mis excesos desatados, hacerte el amor no el sexo. Desatando la batalla, de mil caricias y mil aullidos en el silencio de la noche. Derrochando la vida de cada segundo, haciendo del tiempo nuestro momento, haciéndote  el amor no el sexo.

Quiero ser humedad... La de tus ojos, la de tus labios... Humedad pensativa... oscura. Quiero ser agua de tu garganta, Saliva de tus palabras... de tus silencios. Humedad acuosa, salada... derramada Quiero ser humedad... De tu cuerpo, de tu sexo...lasciva humedad. Que quebranta tu serenidad... inocencia perdida. Humedad de la lluvia de tu sentidos...humedad.

Comienzo el camino en el desierto de tu piel, ya siento el sabor agrio tu néctar en mi paladar, como virus que quebranta mi quietud,  mi seguridad se tambalea a cada segundo, ya siento tu desnudez en mi pensamiento, y la recorro con las manos... como ciego por el momento.  mi pecado... mi deseo... mi perdición. carente de inocencia, triunfo de la lujuria, asumimos los riesgos ignorando la cordura, nos desnudemos de perjuicios... la noche se volvió de dos. mi batalla... mi conquista... mi perdición ya siento tus pechos lacerando cuerpo, el placer nuestro altar y tu aullido nuestra melodía, ya la noche va llegando a su fin... mi deseo a su amanecer, termina nuestro encuentro...  y la espera comienza otra vez.

Media noche... La inocencia se esconde en tu escote, y te haces peligrosa, sensual, felina. Media noche... Y la luna se convierte en tu luz divina, las estrellas tejen tu silueta...y la iluminan. Media noche... Y la vida se vuelve salvaje, entre tus manos y tu cintura, tu la noche y yo el bohemio que te dibuja. media noche... Y la complicidad saldrá a nuestro encuentro, el juego ya dispuesto... yo pongo el tablero, tu las reglas, el amor lo dejamos colgado de la puerta. Media noche... ya no hay vuelta atrás... solo un camino, entre tu piel y la mía... entre miradas, la cama nuestra guarida... lobo o loba... que la noche lo decida.